“Una forma de recordar quién eres es recordando quiénes son tus héroes”. – Walter Isaacson
Siento
que me debía esta reseña desde que terminé el libro (¡hace ya más 2 semanas!).
Lo cierto es que tenía que reseñarlo, a pesar de las dificultades que implica
calificar una biografía.
A
diferencia de una novela, el autor aquí no crea los personajes, no les da una
personalidad, no desarrolla la historia como le parece. En una biografía, el
autor se atiene a los hechos, irreversibles y objetivos. Se atiene a
describirlos, por más opinión que pueda dar acerca del desarrollo de las cosas,
o de los personajes en cuestión, no puede salirse de un guión preestablecido.
No
obstante, esto no quiere decir que no se pueda imprimir un estilo narrativo
propio. Es más, en este tipo de libros es donde realmente se nota el estilo ya
que es prácticamente la única variable sujeta al libre albedrío del autor.
Desde
que tengo memoria he sido fanático de la informática. Ya en su momento, mi
abuelo – quién trabajó para la UTE muchos años – tenía conocimientos de
computación y fue de las primeras personas que obtuvo una computadora personal
en el Uruguay (modelo Windows 3.1 de 1990). El hecho de contar con una
computadora en casa desde siempre dio lugar a que aprendiera un par de cosas
muy tempranamente en mi infancia. Nombres como Steve Jobs y Bill Gates siempre
andaban en la vuelta a la hora de hablar de computadoras, impresoras, teclados,
mouse, disquetes, CD-ROM, etc.
Ficha Técnica
Título Original: Steve Jobs
Autor: Walter Isaacson
Editorial: Debolsillo
Año de Publicación: 2011 (8va Edición en el 2016)
Páginas: 707
País: Estados Unidos
Traducción: Gonzalo Iglesias
Autor: Walter Isaacson
Editorial: Debolsillo
Año de Publicación: 2011 (8va Edición en el 2016)
Páginas: 707
País: Estados Unidos
Traducción: Gonzalo Iglesias
Biografía | Walter Isaacson
Ocupó
cargos públicos en 2005, en la Louisiana
Recovery Authority, una organización de ayuda para las víctimas del huracán
Katrina. Dos años después integró el comité de amistad EE.UU.- Palestina,
nombrado vicepresidente por Hillary Clinton. También fue co-presidente de la
mesa de diálogo EE.UU.-Vietnam. En 2009, Obama lo nombró presidente del Broadcasting Board of Governors, un
servicio de radiodifusión para presidentes y gobernadores internacionales. En
2013 fue distinguido con la Medalla
Benjamin Franklin y en 2015 con la Medalla
Nichols-Chancellor. Asimismo, es miembro de la Academia Estadounidense de
las Artes y las Ciencias.
Actualmente,
es presidente y CEO del Aspen Institute,
un centro de estudios políticos y educativos en Washington D.C. Ha escrito las
biografías oficiales de Henry Kissinger, Benjamin Franklin, Albert Einstein y
Steve Jobs. En 2012, fue seleccionado para integrar la lista Time 100 de las personas más influyentes
del mundo. A sus 65 años está a punto de sacar su último libro (por ahora): la
biografía de Leonardo Da Vinci.
Contratapa
La
muerte de Steve Jobs conmocionó al mundo. Tras entrevistar a Jobs en más de
cuarenta ocasiones en sus últimos años, además de a un centenar de personas de
su entorno, familiares, amigos, adversarios y colegas, Walter Isaacson nos
presenta la única biografía escrita con la colaboración de Jobs, el retrato
definitivo de uno de los íconos indiscutibles de nuestro tiempo, la crónica de
la agitada vida y de la abrasiva personalidad del genio cuya creatividad y
energía revolucionaron seis industrias: la informática, el cine de animación,
la música, la telefonía, las tabletas y la edición digital.
Aquí,
Jobs habla con una sinceridad a veces brutal sobre la gente con la que trabajó
y contra la que compitió. De igual modo, sus amigos, rivales y colegas ofrecen
una visión sin edulcorar de las pasiones, los demonios, el perfeccionismo, los
deseos, el talento, los trucos y la obsesión por controlarlo todo que modelaron
su visión empresarial y los innovadores productos que logró crear.
Su
historia por tanto, está llena de enseñanzas sobre innovación, carácter,
liderazgo y valores. La vida de un genio capaz de enfurecer y seducir en partes
iguales.
Opinión
¿Qué
tienen en común Bob Dylan, Buzz Lightyear, el bioquímico Premio Nobel Paul
Berg, Enrique V de Shakespeare y Alan Turing? Tres palabras: Steve freaking
Jobs. Este un libro donde se desarrollan a fondo todas las facetas de Jobs,
desde su infancia un tanto trastocada hasta su lucha final contra el cáncer que
terminó con su vida de forma prematura. Por otro lado, la historia de Steve
Jobs no se remite solamente a su persona, sino también es la historia de Apple, o
NeXT, o Pixar, o la historia de Bill Gates, o la de Bob Dylan, e incluso la
historia misma de la informática y la computación, así como muchas otras
entidades que marcaron y fueron marcados por Steve.
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Steve Jobs con su esposa Laurence Powell (1977). La vida familiar de Steve no fue precisamente "ideal", especialmente con sus hijos. |
Por su parte, el libro ofrece una reconstrucción minuciosa del perfil psicológico
de Jobs que, lejos de ser subjetivo, permite al lector juzgar por sí mismo las
acciones que este fue tomando a lo largo de su vida, entender sus
justificaciones y hacer juicios de valor personales. Está claro que Steve Jobs
no fue una persona ejemplar (al menos no en todas sus facetas), pero todas las
personas poseemos demonios que debemos enfrentar durante nuestra vida, nuevos y
antiguos, y vaya si Jobs ha tenido varios de esos.
Otro
de los grandes fuertes del libro es la inmensa cantidad de recursos citados:
entrevistas, artículos de revistas y diarios, páginas web, videos de YouTube,
haciendo del autor casi un ser omnipresente y omnisciente de la vida de Jobs. El estilo narrativo es excelentes, haciendo de la lectura algo rápida
y divertida de leer (al punto de leer 200-300 hojas de corrido).
Leer
sobre la vida de Steve Jobs es leer además sobre arte – pintura, música,
arquitectura –, y también es leer sobre ciencia, ingeniería, computación. Me he
dado cuenta que gran parte de los gustos artísticos de Steve, su comprensión y
percepción del mismo, son similares a mi propia concepción. Su agrado y devoción
por la estética minimalista, asociados con el movimiento Bauhaus, así como la
búsqueda de la simpleza aurea en los diseños (tanto naturales como
antropogénicos), ha redefinido y potenciado mis estándares artísticos.
Uno
de los aspectos que más me sorprendió de su personalidad fue el hecho que fuera
una persona tan directa e insensible con quienes lo rodeaban (incluyendo
familia, amigos y colegas de trabajo), a pesar de tener una formación
filosófica zen y pacifista. Su motor principal es la pasión y creo que por allí
se entienden más sus comportamientos. Si bien no comparto alguna de sus
decisiones, creo que logré percibir esa cuota de genialidad y pasión que todo
genio necesita para lograr sus metas.
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¿Qué pensaría Jobs ahora que le dieron un Premio Nobel de Literatura a Dylan? ¡De seguro estaría muy feliz! |
Su
vida está repleta de momentos fácilmente comparables con genios como Mozart, Da
Vinci o John Lennon. Me provoca muchísima admiración y curiosidad el hecho de
que haya pasado gran parte de su juventud viviendo en un departamento vacío con
no más que un colchón pelado, un teléfono, una Macintosh y dos fotos colgadas
en la pared (una de Gandhi y otra de Einstein), con una dieta a base de jugo de
zanahorias. Ese nivel de desapego por lo material – propio de su filosofía
oriental – hizo que su mente se ocupara únicamente de lo artístico, lo
creativo, dejando de lado las nimiedades y el estrés que implicaba manejar una
empresa (de ahí sus incontables peleas con la junta directiva por hacer
realidad su visión creativa).
Steve
era una persona antisistema (propio de su filosofía y adolescencia hippie contracultura), pero a la vez quería ejercer el control sobre todo lo que hacía y
quienes lo rodeaban, y eso se proyectó perfectamente en todos sus proyectos –
principalmente en los productos Apple. No había decisión que no pasara por su
mente antes de ser ejecutada y las demandas que exigía eran altísimas. En
cierta forma, su persona fue transformándose desde alguien que quería acabar
con el reinado infame de IBM (comparándolo con el Gran Hermano de “1984”, vean el Link), hasta convertirse
en el dueño de todo el sistema de compra, venta y ejecución de la tecnología
Apple (desde las tiendas Apple, hasta la música con iTunes, pasando por los
soportes informáticos como iPad, iPod o iMac).
Quienes
conocieron a Steve Jobs reiteradamente describen una faceta de su personalidad
conocida como “campo de distorsión de la
realidad”, en donde falsificaba parte de la realidad conforme a cómo quería
que fueran las cosas. Si un producto demoraba 2 semanas más en salir, él
siempre convencía a sus empleados de que no precisaban esas 2 semanas, al punto
de hacer que estos lo terminaran en sus términos. Sin embargo, esta “cualidad”
le confirió grandes discusiones de autoría cuando uno de sus empleados se le
ocurría una buena idea y él simplemente la ignoraba hasta que, al cabo de unos
días, Steve volvía con la misma idea, atribuyéndosela. Siempre tuvo la
personalidad de un niño en el cuerpo de un adulto.
Recuerdo
un pasaje de la película “Steve Jobs”
(2015) en donde Steve Wozniak – co-fundador de Apple –, previo a la
presentación de un producto, le dice a Jobs que en realidad él no es ingeniero,
no sabe de programación, no es empresario, no sabe de marketing, jamás obtuvo
un título y aun así es visto como el genio más grande la historia de la
computación, tanto por el lado de la ingeniería informática, como por el lado
empresarial. A todo esto, Jobs le responde: “Cada trabajador en Apple es como un músico, y tú Woz eres el mejor
violinista del mundo. Pero, los músicos solo tocan su instrumento…yo toco la
orquesta.”
(A
propósito, la película “Steve Jobs”
está basada precisamente en este libro, protagonizada por Michael Fassbender. Altamente recomendable, con una música sublime. Quienes
estén en duda de comprar el libro, vean la película y luego tomen la decisión.
No se confundan con la otra película biográfica de Steve Jobs – “Jobs” del 2011 – protagonizada por Ashton
Kutcher).
Si
yo tuviera la posibilidad de otorgarle la potestad a alguien de crear y promover
la tecnología a una sociedad, le daría ese poder a Steve Jobs. Él sabía lo que
la gente quería antes de que esta lo supiera. Ideas como el mouse, las
pantallas deslizantes, las ventanas superpuestas en las computadoras, los
íconos, las aplicaciones, todo es obra de su mente creativa. La lucha
primordial en la que Jobs tomó la batuta fue en la erradicación del temor hacia la
tecnología, en una sociedad que identificaba a las computadoras como algo de la
burguesía y el mundo empresarial. Comenzó a darle una aurora artística a la
tecnología, en donde el músico, el pintor y el escritor podían trasladar su
arte hacia una computadora sin perder su esencia creativa. ¡Del mismo modo
ocurrió con la ciencia! Jobs siempre supo que la ciencia y el arte eran uno en
sí mismo. Un científico es un artista que desenmaraña la realidad a través de
la lógica y la empírica, pero con un sello propio y una genialidad comparables
a la de un artista (como lo fue Einstein, o Newton, o Galileo). Creo que su
visión de cómo él percibe la genialidad queda resumida en el aviso del iMac “Think Different” de 1997 (Link). "Por que las personas que están lo suficientemente locas como para creer que pueden cambiar el mundo, son aquellas que lo cambian".
Para
terminar voy a dejar un fragmento del libro que quiero compartir con ustedes y
que resume un poco mi visión…
“¿Qué me motivaba? Creo que la mayoría de
las personas creativas quieren expresar su agradecimiento por ser capaces de
aprovechar el trabajo que otros han llevado a cabo antes de que ellos. Yo no
inventé el lenguaje ni las matemáticas que utilizan. Produzco solo una pequeña
parte de mis alimentos, y ninguna de mis prendas de ropa está hecha por mí.
Todo lo que hago depende otros miembros de nuestra especie y de los hombros a
los que nos subimos. Y muchos de nosotros queremos contribuir con algo para
devolverle el favor a nuestra especie y para añadir algo nuevo al flujo de la
humanidad. Es algo que tiene que ver con el intento de expresar una idea de la
única forma en que muchos sabemos, porque no podemos escribir canciones como
Bob Dylan u obras como Tom Stoppard. Tratamos de utilizar el talento para
mostrar nuestro aprecio por todas las aportaciones que vinieron antes que
nosotros y para añadir algo a toda esa corriente. Eso es lo que me ha motivado.” – Steve Jobs
Puntaje
5/5
¡Hola!
ResponderEliminarHace unos años vi la peli de Steve Jobs, la que sale Ashton Kutcher, y me sorprendió lo frió y hasta rudo que era con los de su al rededor; como tu dices en la reseña, insensible. Y eso no me gustó de él así que no creo que le dé una oportunidad a su biografía. Si tengo ganas de leer biografías de algunas otras personas porque nunca lo he hecho.
Un beso grande :D
Hola!
EliminarGracias por comentar. Yo creo que hay que mirar más allá de su personalidad y apreciar sus ideas. Muchas de las personas que fueron "víctimas" de su mal carácter al final terminan concluyendo que esos encontronazos fueron productivos. De todas formas, muchas cosas de su vida personal son repudiables. Pero bueno, al fin y al cabo como dije, cada quien tiene que lidiar con sus demonios.
(Acá entre nos la versión de Fassbender es mejor que la de Kutcher...)
Saludos!
Hola! Me alegra mucho que disfrutaras esta lectura. No me interesa especialmente Steve Jobs, pero sé que papá andaba leyendo el libro y estaba copado, así que confío en ambos criterios(?
ResponderEliminarUn beso!
Hola! Gracias por comentar. Si, realmente disfruté bastante de la lectura (incluso más de lo que pensaba). ¡Genial que tu padre le esté gustando! (un hombre de buen gusto, jaja).
EliminarSaludo!